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Nos seguimos?

Jade & Benedict 3º

Qué tal todos ? Bueno, si les soy sincera, este era el especial de San Valentín que nunca subí. ¿Por qué no lo subí? Razones hay muchas y no les Quiero quitar el tiempo con escusas que al final de poco sirven...
La cosa es que estoy subiendo este cap. porque también tengo uno de Pascua C: pero para eso, antes tienen que leer el de San Valentín *-* así que está, por si se animan a leerlo :)
************************************************



No puedes besar a alguien y después hacer como si nada.
Bueno si puedes. Pero no se debe hacer.
Sobre todo a alguien que te ama locamente. En secreto, claro. Pero te ama. Ese es el maldito punto.
- Jade, ¿por qué frunces el ceño? - me preguntó Benedict con curiosidad.
No puedo sacarme de la cabeza el maldito beso que me diste hace dos meses. 
Eh... Ok no. No puedo decir eso.
Después de todo fue "porque tenía unas gotitas de chocolate caliente en el labio", y besarme no le afectó.
Mierda.
Veras, Benedict, aunque seas mi tátara tío abuelo y ambos estemos muertos estoy obsesivamente enamorada de ti. 
Necesito un maldito psiquiatra.
Me preguntó si habrá alguno que también este "en mi condición".
- Solo estaba... pensando. - le dije como si no le diera mucha importancia mientras terminaba de lavar los platos.
El frío seco de febrero no era cómodo, para nada. Pero no es como si me pudiese morir de frío, de todos modos.
- ¿Ah, si? ¿Y en qué pensabas?
En tus ojos. En tus labios. En tu voz que me encanta. En realidad todo en ti me fascina totalmente.
Maldita psicópata.
- Mañana será 14 de febrero. - fue lo primero que se me ocurrió.
- ¿Te hubiese gustado pasarlo con algún chico en particular? - me preguntó seriamente. Ahora era él el que tenía el seño fruncido.
Si. Contigo, pero como pareja. ¡Diablos! Te besaría todo el día. 
Fuck.
Menos mal que lo seres no-vivos como nosotros no pueden leer el pensamiento, o algo así.
Y es una ventaja que no tenga un corazón latente, porque de seguro lo tendría acelerada a mas no poder en estos momentos.
- No sé por qué preguntas en realidad, si sabes todo lo que hacía. - le respondí evadiendo la pregunta mientras sacaba un jugo del refrigerador.
Benedict había vigilado mi vida desde que me encontró cuando yo solo tenía 3 años. Técnicamente, sabía todo lo que había pasado en mi corta existencia como ser vivo.
- Podía conocer hechos pero no sentimientos, Jade. - suspiró pesadamente como si el tema lo hubiese deprimido. - Lamentablememente eso es lo que mas me importa. - agregó en un susurró casi inaudible.
- ¿A ti te gustaría pasarlo con esa chica de la que estas enamorado, no? - le pregunté masoquistamente.
Oh, vamos, Jade, maldita masoquista. ¿Por qué diablos sacas el puto tema a colación sabiendo lo que te duele? 
Dá. Porque morí como una adolescente. Una adolescente masoquistamente imbécil.
- Por supuesto. Me encantaría que ese día fuese especial. Poder estar con ella como corresponde. El mejor regalo que podría tener sería saber que ella siente lo mismo por mi - me respondió y luego agregó con un humor bastante sombrío. - aunque eso es algo es imposible.
Existiría acaso algún método mas factible de estrujarme el corazón?
Lo dudo.
- Creo que deberías tener mas fe en ti mismo, Ben.
Porque yo estoy completamente enamorada de ti sin siquiera proponérmelo. No entiendo como alguien podría no quererte.
Vamos, inhala, exhala. Que no sé de cuenta de cuanto te importa.
- ¿Si? - me preguntó curioso y con la mirada cargada de sentimientos que no sabría desifrar.
- Sip. -  sentí el maldito nudo en la garganta que te avisa que estás por llorar. - Saldré un rato. - le avisé mientras salía rápidamente de la cocina y me iba a buscar una chaqueta.
- ¿A donde vas? ¿Te acompaño? - Ben me tomó del hombro y me giró tiernamente antes de quedarse mirándome a los ojos.
- Por ahí... No, gracias. No es necesario que vengas, Benedict.
Necesitaba aire. Necesitaba salir de ahí urgentemente.
Necesitaba llorar sin que el causante de mis lágrimas lo supiera.

____________________________________________________

¡Maldita sea!
Ya la estaba cagando otra vez.
Tragué fuertemente y vi como la puerta de la casa se cerraba detrás de su bonito cuerpo, antes de sumir todo en silencio.
A Jade le importa un carajo que estés obsesivamente enamorado. 
Ah...
Solo que no sabe que por quién suspiro todas las noches es por ella.
- Maldita sea, Benedict, bastardo pervertido, la has visto crecer desde los tres años. Te ve solo como un tío. Asúmelo.
Lamentablemente, no podía.
Me tenía hechizado. Completamente.
Y después de aquel beso de navidad...
Suspiré pesadamente mientras tomaba una desición.
Le diría. Cuando volviera de su paseo, le confesaría mi amor por ella.
Podrías joder todo... 
Pero necesito decirle. Que sepa que la amo desde hace ya tanto tiempo.
Solo esperaba que cuando algunos secretos salieran a la luz ella pudiese perdonarme.



Las calles de Brooklyn estaban frías. La gente transitaba a paso rápido, sin ser consiente del resto de las personas que caminaban por su alrededor.
Están tan llenos de... vida. Y no lo valoran en absoluto.
Me deslicé suavemente, mirando los rostros a mi alrededor. La mayoría de las personas andaban paseando, debido a que era día domingo. Casi todos en pareja. O algunos buscando regalo para este St. Valentine.
"Amor idiota, yo por él y él por otra" ¿? Oh, yes.
Esa popular fracesita me venía a la perfección.
Doblé por un callejón para tomar un atajo y poder volver a casa.
Ya estaba más calmada, y el frío era demasiado fuerte.


# Flashback; 31 de Octubre #
- We are; we are the shaken; we are the monsters; underneath your bed. ♬ - la ventaja de manejar e ir sola es que se puede cantar a todo volumen, pensé feliz mientras seguía cantando la pegajosa canción de Matchbook Romance.
Suspiré teatralmente antes de ponerme a reír como loca.
¡Tenía un beca!
Yo, Jade Tallchief, la rebelde huerfanita que vivía con una amargada Sra. que se las daba de alma caritativa en este pequeño pueblo, ¡con una beca para estudiar un año en Italia!
Me iría al fin.
Sentí que una paz absoluta invadía mi cuerpo. No tendría que volver a soportar a las odiosa Sra. Nina y a su horrible hija, que me hace la vida imposible.
Me sentía orgullosa de mi misma. Gracias a mi esfuerzo había conseguido una beca que me cubriría absolutamente todo por un año. Y si me iba bien hasta podría quedarme en Italia.
Después de todo, ya que mis padres me habían abandonado hace un tiempo sin importarles si quiera con quién me había quedado, para mi, ellos técnicamente ya no existían.
Eres tu sola contra el mundo, Jade. Y vas a poder hacer cualquier cosa que te propongas si te esfuerzas lo suficiente.
Las palabras de mi abuelo aun resonaban en mi cabeza.
Las curvas del camino eran bastante estrechas y empinadas, y el que lloviera y estuviese tan oscuro no ayudaba en nada.
- Vamos, Jade, falta poco. - me susurré con aprensión. Tenía una mala sensación en el estómago, como si algo malo fuera a pasar.
Iba concentrada mirando el camino, cuando sin previo aviso, de la nada, apareció en la carretera un joven hombre de unos 20 años.
Sus ojos y su cabello eran oscuros, noté gracias a los faroles del auto, y tenía una sonrisa preciosa.
Y por evitar matarlo, di un volantaso de los mil demonios y caí por el barranco que había al lado del camino.
Un dolor insoportable en la cabeza me nubló la visión totalmente, mientras escuchaba los chirridos del metal al contraerse, y el del auto y mis huesos al quebrarse.
Mi último pensamiento fue que esperaba no haber atropellado al hombre, era demasiado guapo para morir.
# Fin del Flashback #



Estaba vomitando.
Odio vomitar, es asqueroso,  pero no podía evitarlo.
La verdad me dolía demasiado.
- Srta. ¿Quiere que llame a una ambulancia? - me preguntó una jovencita que vio como corría al basurero más cercano para devolver todo lo que había comido en el día.
- N...no, gracias. - le respondí con la voz rasposa y los ojos anegados en lágrimas.
La vida no volvería a ser lo mismo.
Ni siquiera tienes una puta vida, Jade. Él te la quitó. 
Corrí hacia la casa con una idea fija en mi cabeza. Escuché los insultos de algunas personas cuando choqué con ellos por casualidad por lo rápido que iba, pero no me detuve hasta llegar a casa.
Estaba, en definitiva, echa una furia.
- Jade, ¿estás bien? - me preguntó Benedict con su mejor sonrisa.
La misma sonrisa letal que había intentado proteger ese día, y por la cual había muerto.
Sip, letal es una palabra que le viene a la perfección.
- No, no lo estoy. - le dije con el odio marcado en mi voz mientras subía de dos en dos las escaleras para entrar a mi pieza.
¡Imbécil, imbécil, imbécil! ¡Jade eres una maldita imbécil!
Escuché como Benedict subía, mas tranquilo, las escaleras, mientras yo estaba echando en una mochila una cajita llena de dinero que había juntado desde que había muerto, mi netbook, mi ¡pod con los audífonos, los cargadores de ambas cosas, mi billetera, mi celular, entre otras cosas.
- ¿Qué se supone que estás haciendo, Jade? - la voz de Benedict denotaba sorpresa.
Y yo seguía echando cosas a la mochila: mi libro favorito, mi diccionario ingles-italiano, algo de ropa, el peluche que me regaló mi abuelo a los tres años...
- Veras, tío Benedict. - le comencé a decir mientras me daba la vuelta para mirarlo a la cara. Dios, es tan guapo, ¿cómo puedo seguir amando a alguien a la vez que lo odio? - Ya que gracias a ti estoy muerta en estos momentos, - la cara de Benedict empalideció totalmente. - creo que no debería seguir estando cerca tuyo. El pararte en la carretera en mitad de la noche para provocar un accidente adrede, no está muy bien visto desde la perspectiva del conductor. Sobre todo si este murió para evitar atropellarte.
- Jade... Tu no entiendes... - comenzó a decirme mientras yo, después de cerrar la mochila que quedó bastante abultada, me puse la chaqueta que tiene el compartimiento secreto, aun con el dinero que junté en vida y que nunca llegué a ocupar.
- Ya que tú tienes cuatro autos, y gracias a ti yo perdí el mío dos días antes de Halloween, tío. - le dije mientras empezaba a bajar las escaleras. - me llevaré uno de los tuyos, por mientras.
- Jade, no te puedes ir...
- Claro que puedo. Eres despreciable. No quiero estar cerca tuyo. ¡Por tu culpa estoy muerta! - y enamorada de alguien que además de verme solo como una maldita sobrina, ayudó a que me muriera. - ¿Sabes algo? Ese día me acababan de dar la beca para irme a estudiar un año a Italia. Y no lo recordaba. No recordaba casi nada, excepto que había intentado no atropellar a alguien.
- Yo si sabía lo de tu beca. - me respondió Benedict en un susurró.
- Y aun así... - no pude evitar que se me escapara un solloso de los labios. - No te quiero volver a ver en mi vida. Fue una desgracia conocerte, tío Benedict.
- ¡Deja de decirme tío!
- Tienes razón. - le sonreí sínica. - Debería decirte tátara tío. Lo que más me duele es que cuando te paraste en medio de la carretera ni siquiera fingiste estar asustado. Hiciste todo a propósito.
- Jade, yo te quiero. - me dijo en un susurro. Parecía tan dolido, parado en el último peldaño de la escalera mientras me veía tomar las llaves de la camioneta.
Recuerda que por su culpa estás muerta. 
- Pues tienes una sórdida manera de querer. Hasta nunca, Benedict. Feliz San Valentín.
Y después de decirle eso, cerré la puerta tras de mi, me subí a la camioneta, la prendí rápidamente, y me alejé sin mirar atrás.

Cumpleaños :)

Otra celebración más ! esta vez, de mi cumpleaños :) (digo, como persona, no del blog ni nada de eso). Haciendo una retrospectiva hacia como y donde estaba hace uno o dos años antes, me he dado cuenta que gracias a todo esto he conocido a gente maravillosa ^^ y que escribir me ha salvado de muchas cosas, me ha sacado de muchas penas y me ha dado muchas alegrías y la oportunidad de conocer a gente que es, realmente, increible.
Gracias a todos los amigos y lectores que han echo de este ultimo año que he vivido (hasta ahora xD) un tiempo increible, inolvidible y, por sobre todo, mágico.
Esto es solo el comienzo.
Y no sería lo mismo sin ustedes :)